Descolocado

Cuando aún no ha terminado de amanecer, inicias tu caminar, conduciéndote a través de caminos que crees conocidos y bien ciertos.

A ti que en tu paso decidido no te gusta más que mirar al frente, despreocupado de cuanto pasa alrededor. Tu que observas ya sin el más leve parpadeo cómo algunos se incorporan a tu día prescindidendo de tu presencia, quieren estar y lo hacen, nada más les importa; mientras otros desaparecen no como han llegado, no se van sin más, antes te hacen frenar en seco, poco importa que no les vuelvas a ver.

Pero qué frágil es el equilibrio. Un golpe de aire es suficiente para descolocarte y ponerte en el carril de al lado. Décimas de segundo en que eres menos dueño de nada que nunca.

El cofre

Guardo en un cofre viejos tesoros y restos de naufragios. Es de madera tallada, regalo de mi abuela. Hace tiempo que no puedo poner nada dentro, está lleno y me gusta que la tapa ajuste perfectamente. Contiene capturas y restos de batallas. Cartas perfumadas y mapas de corazones, pequeñas joyas y flores secas. Todos reposan referescando la memoria de viajes que han surcado días y noches, fruto de cierta vocación exploradora, inusitada sus confines.

Solía desde el camarote escribir cartas. Me hacían sentir libre. Nada más existía que un alma abierta a un universo de matices, donde encontrar espejos en que se reflejar y proyectar sensaciones que se devolvían, en ocasiones, ampliadas. Es lo único que de ellas guardo en mi cofre, pues según el papel quedaba lleno de palabras inmediatamente era lanzado al mar.

Arboles

Un árbol que no puede elegir dónde nacer ni la tierra que lo alimente. Y que aun así crece, a menudo poderoso, siempre hermoso, se diría que feliz. Y vive por muchos años...

Un hombre que tampoco puede elegir dónde ha de nacer pero si la tierra que le ha de alimentar...

Profundidades

Hoy quisiste ir a la playa. Poco te importó que hiciese frio. Te empeñaste en jugar a perderte entre las olas y ahora no puedes con el resfriado.

Tus congestionados ojos hablan de lo que te cuesta respirar. Son batallas que dominas. Te encanta el submarinismo, reflotar viejos tesoros y cuando estás a punto de perder el aliento, asomar a la superficie. Adoras lanzar tu diminuto cuerpo a las profundidades; para ti es natural, necesitas ese vértigo, te da vida.

Porque tu nombre María significa estrella de mar...

Amena

Un feliz grupo gospel a tu alrededor coreando tu nombre. No importa quién seas, qué te ocupe o dónde estés.

Llegan hasta ti. Y te alegran. Y te dibujan una sonrisa.

Es para todos. Es para ti. Porque cada cliente es único...

Gotas

Estaba terminando de amanecer cuando el atasco detenía su paso. La escena de Coixet que cada mañana debía repetir.

El limpiaparabrisas arrastraba la lluvia, bebida en silencio en el transcurrir de sus días. Cada pasada limpiaba la luna y devolvía la nitidez. Tan útil era el mecanismo que tiempo atrás había decidido hacerlo propio. Y sin necesidad de deshojarse en pequeñas gotas funcionaba borrando humedades.

Dos metros más adelante ya ni era necesario. Era otra ventaja.

Semáforo en verde. Vía libre al día.

Colores

Me fascinan los colores.

En si son un lenguaje, de gran utilidad además para quienes están peleados con las palabras.

Evocaciones al margen, lo que más me gusta es sin duda disfrutarlas al natural. Y en mi suerte de tierra, Asturias, eso aún es fácil.

Tengo mis predilecciones, claro está, pero eso no es tan importante como el que estén.

Y han teñido escalones y rellanos, lugares de paso y paradas, como ahora hacen. ¿Qué color será este?

Deslumbrada

Siempre me he hecho un lio con los puntos cardinales. Yo soy así. Seguramente tendrá que ver con mi sentido de la orientación, terrible donde los haya; y lo que es más probable, seguro que en alguna ciencia eso recibe un nombre terminando en "-ia".

El caso es que llegada cierta hora de la tarde, el sol enfoca directamente a mi cara. Me deja totalmente deslumbrada y debo correr las cortinas. Es como si quisiera jugar a hacerme cosquillas, aún a sabiendas que me aprovecharé de él todo lo que pueda!.

-"¿Qué haces a oscuras?"...."no, si veo bien".

-"Enciende la luz, así no ves nada"..."ahh, ni me di cuenta"

Los días ya son más cortos pero aún sigue apareciendo todas las tardes frente a mi cara. Y qué le voy a hacer, me gusta. También soy así.